El alma de Lalomba tiene el nombre propio de cada paraje. El significado de la búsqueda de la singularidad más delimitada.

Valhonta en las laderas de Villalba de Rioja. Ladero y Lalinde en las faldas de la Sierra de Yerga. Aguilones en un privilegiado meandro frente al Ebro, en San Asensio.

Cada una de estas fincas reúne condiciones extraordinarias. La suma de suelos y microclimas, la persistencia de una viticultura tradicional y sostenible de gran calidad, el valor del paisaje, la altura.

Elementos únicos que tenemos la suerte de preservar e interpretar.