2018-04-24
La altura aporta una sensación de frescor y elegancia. Recoge nuestra visión más innovadora. Es un vino para un público curioso, con ganas de descubrir sensaciones diferentes, declara Rodolfo Bastida, Director General y enólogo de Bodegas Ramón Bilbao. La elevación produce uvas de difícil maduración, pero también un vino más suave, no tan corpulento, y floral, en comparación con el resto de vinos de la zona, cuyas viñas nacen alrededor de los 400 metros de altura.
El resultado de la añada de 2015 es un vino de color rubí, de intensidad media, limpio y brillante, con presencia de lágrima. En nariz trae aromas a fruta negra (por el tempranillo), roja (por la garnacha) y notas balsámicas combinadas con especias como la pimienta blanca. Buena acidez, siempre relacionada con la altitud, tanino firme y pulido. Viñedos de Altura es un vino joven, en evolución y buen potencial de longevidad en botella.
El vino con más altura de La Rioja es la perfecta unión de las variedades de tempranillo atlántico, procedente de los viñedos de la localidad de Ábalos y garnacha, propia del Mediterráneo y plantada en Tudelilla, ambos lugares son icono de la Denominación de Origen Calificada Rioja, pero con paisajes, suelos y climas bastante diferentes.
Estas variedades compartidas al 50% aportan aromas especiales y sensación de ligereza y equilibrio. Fermentan por separado en tinas de roble francés y la crianza tiene lugar en barricas nuevas durante 15 meses, también de roble francés.
Viñedos de Altura crea combinaciones perfectas conjugado con algo tan sencillo como una ensalada de tomate, o una burrata especiada con albahaca. También con carnes sazonadas al estilo oriental, o chacinas intensas como la cecina y quesos corpulentos y cremosos tipo stilton. La temperatura ideal de consumo se establece entre los 17ºC y 18ºC.