Un desafío al alcance de muy pocos

Las montañas, las cimas, la soledad y la superación. Estas son algunas pinceladas de trazo corto sobre las reflexiones hiladas por Paco Nadal, periodista y auténtico viajero-aventurero del siglo XXI, al hablar de su inspiración en la cata de Viñedos de Altura de Ramón Bilbao. Dibujos que traza desde un lugar tan privilegiado como Nice To Meet You Restaurant & Lounge.

Este estratégico emplazamiento de la Gran Vía madrileña nos ayuda, con sus imponentes vistas aéreas sobre la capital, a un ambicioso y romántico objetivo: conocer de qué manera confluyen las inspiraciones de un aventurero y las aspiraciones de uno de los vinos más especiales de Ramón Bilbao.

«La soledad en la altura es algo privilegiado»

“Para mí la altura y este vino son la metáfora perfecta de la soledad y de la sencillez de algo privilegiado”, afirma Nadal. Y son reflexiones bien argumentadas, si atendemos a la lista de lugares que nuestra gama Viñedos de Altura le evocan a nuestro entrevistado, ya sean volcanes como el Cotopaxi, montañas como el Aconcagua o las crestas más extremas de Groenlandia.

«Un vino ha de tener personalidad propia y mucho carácter»

Puestos en este punto, ¿qué es lo que alguien experimentado como Paco, que ha viajado a países tan lejanos en los que ha vivido todo tipo de experiencias, le pide a un vino para que le llene el alma.

“Que tenga personalidad -afirma con rotundidad-, que sea diferente, con un carácter fuerte que te deje un recuerdo imborrable. Y que sirva, como bien podría ser el caso de Viñedos de Altura, de cierre idóneo a un auténtico viaje de aventura”.

«La recompensa de las cimas son un privilegio al alcance de muy pocos»

La compañía es algo clave, tanto si hablamos de viajes como de vinos, y en esta reunión conPaco Nadal tampoco es una excepción. ¿Qué acompañamiento sería la ideal de cara a degustar cada uno de los aromas y matices de Viñedos de altura? “Sin duda, me encantaría disfrutarlo con carnes y quesos, creo que sería algo excepcional”, responde Paco. Pero, ¿y si tuviera que elegir un lugar privilegiado para la ocasión? La respuesta no deja lugar a dudas acerca del carácter aventurero de nuestro entrevistado: “un desierto, pero no necesariamente tiene que ser uno de arena. También existen desiertos azules como los océanos, blancos como la Antártida y verdes como las selvas tropicales.

Y es que, aunque lugares inhóspitos, la dureza y las condiciones de las cumbres representan un auténtico desafío cuya recompensa, al igual que Viñedos de altura, es algo exclusivo que está “al alcance de solo unos pocos”, concluye Nadal.