2021-09-29
Viajar es un gran plan para muchos de los que disfrutamos del buen vino. A veces incluso disfrutamos a la vez de nuestras dos grandes pasiones: enoturistas, nos llaman. Otras veces el viaje tiene un punto de aventura para el que hay que encontrarse en un determinado momento de la vida. Es necesario atreverse y tener recursos para emprender el viaje, no solo hablamos de dinero, también de tiempo y de pocas responsabilidades familiares.
Hablemos del Amazonas, porque nos sirve de ejemplo como destino que es muchísimo más que un par de billetes de avión y una reserva en un hotel. El Amazonas es una aventura.
Si como la mayoría de nosotros, no dispones de recursos o no gozas de la libertad de movimiento necesarias, te invitamos a servirte una copa de Ramón Bilbao Reserva y recrearte en la lectura sobre una de las zonas más fascinantes del planeta. Al final, descubrirás por qué hemos escogido este vino.
Algunos datos
El Río Amazonas es el más caudaloso del mundo, por sus siete mil kilómetros discurre una quinta parte del agua dulce del planeta. Es además, el más largo del planeta, superando en unos 350 kilómetros al Nilo. Su anchura varía en su largo trazado, alcanzando los cincuenta kilómetros de ancho en la estación húmeda.
Sorprendentemente ningún puente lo atraviesa en sus más de siete mil kilómetros. Discurre por territorio peruano, colombiano y sobre todo, brasileño antes de desembocar en el Atlántico.
Curiosamente no siempre fue así: al parecer, hace 15 millones de años, el Amazonas desembocaba en el Océano Pacífico y fue la elevación de la cordillera de los Andes la que trastocó el recorrido. Durante unos millones de años el Amazonas creó grandes lagos de agua dulce hasta que la basculación del terreno le permitió encontrar un nuevo trazado, esta vez hacia el Océano Atlántico.
Esta enorme vía de agua alberga miles de especies distintas de insectos, mamíferos, anfibios, peces y unas cuarenta mil plantas distintas: es sin duda una reserva de la biodiversidad sin igual.
Aunque en el año 1500 un explorador llamado Vicente Yáñez Pinzón llegó a su desembocadura, la fecha de su descubrimiento no se fija hasta el 1542 cuando una expedición capitaneada por Francisco de Orellana se adentró en el enorme río e incluso lo remontó durante meses. Su intención era descubrir el llamado País de la Canela o incluso el mítico El Dorado. Ha sido mencionar la canela e instintivamente buscar esta especia dulce, que muchas veces transmite el tostado de la barrica donde nuestros vinos envejecen, en nuestra copa de Ramón Bilbao Reserva, ¿la identificas?
El río Amazonas y sus afluentes son el corazón de una región extensísima, llamada Amazonía que ocupa gran parte de tres países de América del Sur: Perú, Colombia y Brasil. Es también una región frondosa y selvática, el verdadero pulmón verde del planeta. En sus orillas se ha asentado históricamente la población: pequeñas comunidades indígenas y también grandes ciudades, como Manaos e Iquitos, en el Amazonas brasileño.
La importancia de la luz
Haro es la ciudad que acoge a la bodega Ramón Bilbao. Curiosamente fue una de las primeras en España en contar con alumbrado eléctrico. Fue en 1891 cuando se encendieron las primeras luces públicas, lo que era un signo de prosperidad y fue un impulso enorme para emprendedores como el propio Ramón Bilbao.
Hay historias que irremediablemente sentimos nuestras, pues compartimos el mismo espíritu con sus protagonistas. Así nos ha pasado con Eugenio García Calderón, un emprendedor que se ha propuesto facilitar el acceso a las lámparas solares a quienes viven en comunidades sin luz eléctrica junto al Río Amazonas. Su proyecto Light Humanity es un ejemplo de sostenibilidad que encaja con la filosofía de Ramón Bilbao. Por eso por cada compra del Pack Light Humanity que contiene dos botellas de Ramón Bilbao Reserva y una lámpara solar, Ramón Bilbao donará otra idéntica en el Amazonas. ¿Ya eres parte de este maravilloso proyecto?