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2022-06-16
Junio ha llegado con una ola de calor desatada, y también con el acelerón que al que estamos acostumbrados a estas alturas del año para ir cerrando proyectos laborales antes de las vacaciones de verano. Vienen semanas de vinos frescos y servidos bien fríos pero también demasiada prisa y ajetreo. Exploramos hoy otros ritmos, los que van más allá de sentarnos a tomar una copa de vino en buena compañía. Más pausas, un ikigai más definido y muchos más momentos hygge en nuestro día a día. ¿Lo intentamos juntos? Nuestro objetivo: encontrar la paz más allá de una copa de vino.
Ogimi es un pueblo japonés con mayor número de personas centenarias del mundo. Entre su estilo de vida está el cultivar un huerto y las plantaciones de te. Todos son miembros de una asociación de vecinos. Lo celebran todo, hasta las pequeñas cosas. Tienen una misión importante en la vida, o distintas, un ikigai, pero tampoco se lo toman muy en serio. Como un vino que abres con grandes expectativas y quizás no se cumplen todas… no importa, lo disfrutarás igual.
En este lugar hay paciencia y disfrute en todo lo que hacen. Están orgullosos de las tradiciones y de la cultura local. Muestran pasión por todo, por poco importante que parezca el gesto. Desarrollan el yui-maru, un espíritu de cooperación mutua. Siempre están ocupados con tareas que les permiten relajarse. Cuando se les pregunta por la clave de una vejez activa, hablan de no preocuparse, las buenas rutinas, el cultivar las amistades a diario, el vivir sin prisa y el optimismo. También juegan a favor aspectos como moverse o comer sano. Y meditar. Todo esto, y mucho más, lo cuentan Héctor García y Francesc Miralles en “Ikigai. Los secretos de Japón para una vida larga y feliz”.
Queda claro que hay que vivir el presente y hacerlo de forma consciente. Disfrutar cada sorbo de un buen vino, en el presente. Esto nos sirve no sólo para sentirse bien sino para vivir abrazando verdad y belleza con el objetivo de ganar calidad y longitud de vida. En el libro hay cuatro palabras que proponemos incorporar a vuestro vocabulario. Es importante reflexionarlas antes, y lo puedes hacer tras una jornada laboral intensa: llegas a casa, te vistes con ropa cómoda, descorchas una botella, te sientas en tu sofá, respiras y… aprendes:
Wabi-sabi. “En vez de buscar la belleza en lo perfecto busquémoslo en lo imperfecto, en lo incompleto. Este es el motivo por el que un japonés valora una taza de forma irregular, atravesada por una grieta en el medio. Solo lo que es imperfecto, efímero e incompleto posee verdadera belleza, ya que se asemeja entonces a la naturaleza”. Adoremos la imperfección mientras tomamos una copa de Sauvignon Blanc 2011, un monovarietal ideal para los más aventureros, los que desean probar vinos vibrantes y distintos.
Ichi-go ichi-e. “Este momento solo existe ahora y no volverá a repetirse. Se utiliza en la práctica de la ceremonia del te, en la meditación zen y en las artes marciales japonesas. Todas las artes tienen como hilo conductor el momento presente’”. Tomar un vino también es un momento único e irrepetible. La delicadeza de los rosados de estilo provenzal se puede percibir en Rosado 2021, un vino sutil y seductor, elaborado con uva garnacha tinta (85%) y viura (15%).
Resiliencia. “Una de las características comunes de todos aquellos que tienen un ikigai bien definido es que persisten en su pasión pase lo que pase. Cuando la vida les da reveses, cuando todo son obstáculos, nunca se rinden. Siguen luchando pase lo que pase. Estamos hablando de resiliencia” No hay sueño imposible; la persistencia es el camino. Una armonía perfecta es Lalomba Finca Valhonta 2017, un monovarietal de tempranillo que és todo finura y equilibrio, que nace en la Rioja más atlántica. La uva nace al límite el cultivo de la vid por la altitud y la climatología.
Antifragilidad. “Para construir un estilo de vida resiliente, no debemos temer las adversidades, porque todas esconden un potencial de crecimiento. Si adoptamos una postura de antifragilidad, encontraremos la manera de hacernos fuertes con cada golpe, depurando nuestro estilo de vida y manteniendo el foco en nuestro ikigai” Quizás la palabra más moderna, más necesaria y más sorprendente. Nada mejor que comprenderla con una copa de Ramón Bilbao Edición Limitada 2018, 100% tempranillo riojano, un vino que busca arriesgar, crear y mirar de manera distinta.
Queda claro que el libro de García y Miralles está lleno de lecciones, pero hay dos que sobresalen. Hay que reservar un sorbo de alguna de las copas de vino que os hemos sugerido para acompañarlas. La primera es: “No hay ningún secreto. El truco es simplemente vivir”. La segunda: 七 転 び 八 起 き. O lo que es lo mismo: “Si caes 7 veces, álzate 8”.
No hay más clave que vivir pausadamente e ir aprendiendo sin cesar. Y tener claro que a pesar de la intensidad laboral y familiar, hay que regalarse momentos hygge como dirían los daneses a lo largo del día. Estaréis de acuerdo que la copa de vino cuando termina el día es uno de esos momentos, ¿verdad? En eso consiste, en encontrar la paz más allá de una copa de vino.